El negocio es peregrino
pero es cierta la ambición
y negarla es condición
inequívoca y bastarda.
Y da gusto a veces pero
es necesario aceptar
que el negocio de llevar
a buen puerto una entelequia
vaya mierda de palabras
que se gasta el capitán.
viernes, 12 de junio de 2009
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